El método artesanal que empleamos para elaborar nuestros productos forma parte de un estilo de vida que involucra el mismo alimento; lo que se traduce en una cercanía al momento de la atención y una calidez que solamente se encuentra en nuestra instalación, inserta en el corazón de un barrio con tradición, cerca de plaza Ñuñoa.
Desde el propio deseo de consumir un pan sano y rico, la experiencia en gastronomía y biología en Alemania y del aumento en el interés de la gente de alimentarse en una forma más consciente y saludable, surgió la idea de abrir una panadería con productos artesanales e integrales.
Una gran ventaja de nuestros panes es además la alta duración debido al uso de ingredientes tales como linaza y el “Sauerteig”, pero ningún conservante u otro producto artificial.
Otra aspecto a considerar es la intencion de producir de la manera más sustentable y ecológica; empezando por la compra de materia prima, hasta en la venta de productos entregándolos solamente en bicicleta; cerrando, de este modo, el concepto inicial que nos motiva a realizar esta labor.